El desarrollo del pie infantil es un proceso que juega un importante papel en la movilidad y en la postura de los niños. Desde que dan sus primeros pasos y hasta la adolescencia, sus pies pasan por diversas etapas de crecimiento. Durante estas etapas, elegir un calzado respetuoso para niños es importante, dado que así permitimos que sus pies se desarrollen de una manera natural y saludable.
El pie infantil: una estructura en evolución
Los pies de los bebés y niños pequeños no son simples versiones miniaturizadas de los pies adultos. En realidad, al nacer, los pies están formados principalmente por cartílago, y no será hasta alrededor de los 18 años cuando los huesos del pie estén completamente desarrollados. Por eso, durante la infancia y la niñez, el tipo de calzado que se elige puede tener un impacto duradero en su salud.
Etapas clave en el desarrollo del pie infantil
Fase del Bebé (0-2 años): descalzo es lo mejor
Durante los primeros años de vida, los pies de los bebés están en una etapa de exploración y crecimiento rápido. En esta fase, el pie se encuentra principalmente formado por cartílago blando que aún no ha osificado. Además, los pies de los bebés son naturalmente planos debido a la acumulación de grasa y la falta de uso de los músculos del pie.
En esta estapa, la recomendación de muchos pediatras y podólogos, como el doctor Juan Carlos Montero, experto en podología infantil, es que pasen la mayor cantidad de tiempo posible descalzos. Esto les va a permitir desarrollar fuerza muscular y mejorar si equilibrio. En caso de ser necesario el uso de zapatos, se debe optar por calzado respetuoso para niños, que tenga una suela suave y flexible y que no restrinja de ningún modo el movimiento natural del pie.
Ejemplos de calzado para esta etapa:
Primera infancia (2-5 años): desarrollo del arco
Entre los dos y cinco años, los niños comienzan a caminar y correr con mayor confianza. Durante este tiempo, los músculos, tendones y ligamentos del pie comienzan a fortalecerse, y el arco del pie empieza a formarse. No obstante, es común que durante estos años los niños sigan teniendo los pies planos, lo cual es una característica normal del desarrollo.
En esta fase, el calzado respetuoso para niños sigue siendo fundamental. El calzado que usen debe permitirles un movimiento natural, tener una suela flexible y ser suficientemente amplio en la puntera para que sus dedos se puedan mover libremente. Un estudio publicado por el Journal of Foot and Ankle Research demostró que los niños que usan zapatos demasiado rígidos o con punteras estrechas tienen más posibilidades de desarrollar problemas en los pies, como malformaciones o dedos en garra.
Ejemplos de calzado para esta etapa
Infancia media (6-9 años): fortalecimiento y coordinación
Durante estos años, los pies de los niños siguen fortaleciendo sus estructuras óseas y musculares. Los arcos se vuelven más pronunciados y el patrón de marcha se vuelve más coordinado.
En esta etapa, es crucial asegurarse de que el calzado no sea demasiado ajustado, ya que esto puede restringir el crecimiento. Los zapatos que tienen suelas demasiado rígidas o gruesas pueden alterar la forma que tienen los niños de pisar el suelo y perjudicar su postura a largo plazo. Un calzado respetuoso para niños con suela fina, flexible y puntera ancha permite que sus pies tengan un desarrollo óptimo.
Ejemplos de calzado para esta etapa:
Preadolescencia (10-12 años): crecimiento acelerado
Esta etapa suele estar marcada por un rápido crecimiento de sus pies. Durante este tiempo, el pie comienza a parecerse más a la forma del pie adulto, aunque todavía sigue desarrollándose. El calzado que utilice puede influir en cómo los huesos se alinean y en la postura general del cuerpo.
En esta edad, es importante revisar la talla del calzado con frecuencia, para evitar que los pies estén comprimidos. Un calzado respetuoso para niños que tenga espacio en la parte delantera y que tenga también flexibilidad en la suela. Además, es recomendable evitar calzado con un soporte excesivo o arco marcado, ya que los pies aún necesitan seguir fortaleciéndose de forma natural.
Ejemplos de calzado para esta etapa:
Impacto del calzado en el desarrollo del pie
El calzado tiene un impacto directo en cómo los pies de los niños se desarrollan. Un estudio realizado por Gait & Posture, una revista científica dedicada al estudio del movimiento, concluyó que los niños que usan calzado rígido desde edades tempranas tienden a desarrollar un patrón de marcha menos eficiente que aquellos que caminan descalzos o con zapatos minimalistas. Además, los zapatos con suelas gruesas pueden reducir la percepción sensorial del suelo, lo que es vital para el equilibrio y la coordinación.
Por otro lado, el uso de calzado respetuoso para niños permite un movimiento natural del pie, algo esencial durante todas las etapas de crecimiento. Según el podólogo Daniel Howell, conocido como “The Barefoot Professor”, el calzado minimalista que imita el movimiento natural y permite que el pie se mueva libremente contribuye a un mejor desarrollo del arco del pie, una postura más alineada y una mayor estabilidad general.